10 Historias de bodas reales que superan a cualquier ficción.
Tendría que ser el día más hermoso de nuestras vidas, pero… los planetas se cruzan, o, mejor dicho, las familias, los invitados y los no invitados se cruzan y lo arruinan todo.
Cada una de estas 10 historias de bodas podría ser producto de un guion cinematográfico, pero no; son la pura verdad sumada a la triste realidad que les tocó vivir a los que se casaban y que quedará para siempre en el recuerdo de todos.
Lee estas historias y luego cuéntanos cuál te parece la más increíble. Al mismo tiempo, te invitamos a que cuentes alguna experiencia vivida. Siempre podemos encontrar una que supere a la otra.
1) Un pastel “liviano”.
Shine Tamayo y Jhon Chen, son una pareja de Filipinas que quería que ese día tan especial fuera un éxito y, para que todo resultara perfecto, contrataron a una wedding planner.
Llegó el momento de la celebración y los novios con los invitados, descubrieron que no había nada para comer y que el pastel era de telgopor (poliestireno). Una verdadera estafa.
2) Todos los invitados detenidos.
Hacia los años 80, la ciudad de Flint, en Michigan, era considerada como la ciudad con más delincuencia y corrupción de todo Estados Unidos.
Contrabandistas, drogadictos, vendedores de droga… eran tantos que era imposible detenerlos a todos.
Pero para desmantelar esta red de drogas, la policía tuvo una idea que funcionó. Organizaron una boda falsa a la que invitaron a todos los delincuentes que pudieron, con el fin de hacerlos confesar sus crímenes una vez que estuvieran completamente ebrios.
El plan era tan ridículo como brillante, porque finalmente funcionó. Pudieron detener a un buen número de traficantes y liberar las calles de estos marginales.
Nota de color: la fiesta siguió después de la detención masiva, porque no valía la pena privarse de la comida y la bebida que ya estaba servida.
3) “Me opongo”.
Cuando llega el momento de la ceremonia en el que el sacerdote pregunta si alguien se opone a esa unión, a todos les corre el frío por la espalda – aunque lo nieguen – porque nadie puede evitar esperar a que alguien se oponga.
Esto en realidad nunca sucede… hasta que sucede.
“¿Alguien se opone a este matrimonio? Que hable ahora o calle para siempre.” Momento tenso, si los hay.
“¡Yo me opongo!”, gritó una mujer que estaba sentada en la última fila.
La mujer estaba innegablemente embarazada y el padre de su hijo era el novio que se estaba casando.
Durante un tiempo tuvo una relación paralela con esta mujer que quedó embarazada. Cuando él lo supo, huyó de la ciudad. La mujer lo encontró y decidió presentarse el día de la boda.
4) Se casa la suegra.
Cuando una madre, suegra o madrina quiere tomar protagonismo en una boda, nada mejor que competir con la propia novia.
La novia llegaba a la iglesia e iba caminando por el pasillo, cuando todos se dieron cuenta de que no era la novia, sino… su suegra.
La mujer se había puesto un vestido blanco que generó el desconcierto de todos los invitados, incluida la propia novia.
Durante toda la ceremonia, la mujer se rió a carcajadas en el altar llamando la atención sin parar. Al finalizar, convocó a todos para una foto “familiar”, pero se negó a incluir a la novia.
La recién casada no tuvo más remedio que soportar las payasadas de su suegra y mantenerse al margen todo el tiempo.
5) Suegra “generosa”
Una joven pareja de rusos, decidieron casarse después de un par de años de novios. La chica había heredado un departamento que ellos refaccionaron para cuando vivieran juntos.
Poco antes de la boda, decidieron tomarse unos días de vacaciones y le pidieron a la mamá del novio si podía encargarse de cuidar el departamento y alimentar al gato. La mujer aceptó ayudar.
El día de la boda, todos felicitaron a los novios y llevaron sus regalos. Pero la sorpresa la dio la suegra de la joven, cuando sacó las llaves que le habían dado mientras ellos estaban de vacaciones y anunció que “les regalaba un departamento”.
6) Regalo sin regalo.
Llega el día de la boda de mi mejor amigo y su madre le dice que le va a regalar un juego de sillones. Los novios agradecieron entusiasmados y se quedaron contentos con la foto que ella les mostró de su regalo.
Al finalizar la boda, mi amigo le pregunta a su madre dónde podía retirar los sillones para llevarlos a su nueva casa, a lo que ella respondió: “los sillones se quedan en mi casa, pero puedes venir a dormir en ellos cuando quieras”.
7) Con parientes así…
La familia política, es difícil de manejar y de satisfacer. La cuñada de la casadera no dejó de quejarse del menú elegido, porque ella y toda su familia son vegetarianos. Luego, pidió que reprogramaran la fecha de la boda, porque no había podido conseguir pasajes de avión económicos para ese día. Cabe aclarar que luego se los pagaron sus padres.
Cuando finalmente llegaron a la boda, fueron los que les regalaron un portarretrato de 9cm x 13cm.
8) Un regalo de casi 30 años.
Mi amigo se casaba y su abuela le hizo con regalo: una videograbadora VHS del año 1995. No hubo nadie que pudiera convencerla de que esa tecnología ya no se utilizaba.
En su juventud, la abuela de mi amigo había sido cirujana y un paciente se la había regalado como agradecimiento por su atención.
Cada vez que le preguntaban por qué la guardaba y para qué la quería, ella decía: “se la regalaré a mi nieto el día de su boda”. Y así fue. La abuela cumplió su promesa.
9) Novio celoso.
Se casaba una compañera de clase y entre varias amigas decidimos reunir dinero y hacerle un lindo regalo. Finalmente, le compramos un brazalete de oro.
Pero la sorpresa llegó cuando el novio se enteró del regalo y se ofendió porque él no había recibido nada. Fue tal su enojo, que fue a quejarse con su madre.
La suegra de mi compañera, se acercó a nosotras furiosa y nos dio un sermón sobre lo feo que había sido eso de nuestra parte.
El matrimonio duró sólo un año.
10) Familia saboteadora.
El día anterior a mi boda, mi madre le gritó a mi novio que “se fuera por donde había venido” y que ella no iba a permitir que se llevara a su hija y a su nieta (es decir, mi hija y yo).
Todo esto es porque mi esposo es extranjero y ella no quería que me fuera a vivir a otro país.
Ella siempre supo que esa era mi intención, pero jamás creyó que yo me terminaría casando.
Pero peor aún, el día de mi boda, me llamó mi hermana que no estaba presente. Yo creí que me llamaba para felicitarme, pero en realidad era para decirme que le había mostrado la foto de mi esposo a una “adivina” y que esa mujer le había dicho que “ese hombre” era “un ser horrible, egoísta, codicioso y tramposo” y que yo cometía un terrible error al casarme con él.
Llevamos varios años juntos y la relación de mi familia con mi esposo mejoró, pero yo simplemente no quiero recordar nunca el día de mi boda.
Conclusiones.
Las historias de bodas que tuvieron un mal comienzo o un mal final, se cuentan por montones.
Hicimos aquí una recopilación interesante, pero sabemos que tienes tu propia historia increíble y nos gustaría que la compartieras con nosotros.
¿Qué es lo más extraño que has presenciado en una boda?