Colegio da clases de cocina y labores del hogar a sus alumnos, dicen prepararlos para el futuro.
Una escuela española de la región de Vigo, nos demuestra que nunca es tarde para enseñar a nuestros adolescentes que no hay tareas que sean exclusivamente femeninas, sino que es responsabilidad de cada uno cuidar la limpieza y el orden del lugar en el que vive.
¿Cuántas veces escuchamos frases como… “mi marido me ayuda en casa”? Las propias mujeres asumimos que el trabajo del hogar es todo nuestro y que, si tenemos “la suerte” de tener un marido atento y considerado, entonces recibimos “su ayuda”.
En realidad, los hombres deberían colaborar de la misma manera que lo hacemos nosotras. La casa es de ambos y los hijos son de ambos; de modo que… las tareas del hogar también son de los dos.
Hoy en día, las mujeres dedicamos casi 4 horas diarias a las tareas domesticas y muchas veces, incluso teniendo que salir a trabajar fuera de casa.
Un colegio de vanguardia.
Las autoridades del colegio Montecastelo, en Vigo, España; tienen claro que los jóvenes tienen que estar preparados para la vida, en todos los aspectos y las tareas domésticas, son un aspecto importante de la vida cotidiana de cada persona.
Además de inculcar a sus estudiantes varones que las tareas domésticas no son exclusividad de las mujeres, también les enseñan a desenvolverse en casa una de ellas.
Es por eso que, en los programas de estudio, se incluyen actividades como cocina, lavado, planchado y costura; así como las nociones básicas de limpieza de una casa.
Puede parecer una novedad, pero estas nuevas actividades muy desconocidas para muchos, fueron bien recibidas por la mayoría de los estudiantes… ¡y de sus madres!
Gabriel Bravo, profesor responsable del programa de tareas domésticas, explicó que “los alumnos tienen una actitud positiva y que incluso se divierten mientras aprenden”.
El objetivo es promover la igualdad de los sexos en lo que se refiere a las responsabilidades de las tareas del hogar, al igual que hacer que los jóvenes comprendan el trabajo y el esfuerzo que implican. Seguramente, esto les hará entender el rol importante que cumplen las mujeres y, en especial, sus propias madres en casa.
“Es un verdadero desafío para los estudiantes que nunca utilizaron la plancha, ni plancharon; o que nunca manipularon una sartén, ni se pusieron un delantal para lavar ropa a mano”, comentó el profesor Bravo.
Pero la iniciativa que recorrió el mundo y que es ejemplo para otras escuelas, no tiene que ver sólo con entender lo que significa este trabajo, sino que es útil para quienes serán los futuros hombres de familia. Así lo ve también el profesor Gabriel Bravo.
“Me parece muy útil que mis alumnos aprendan a hacer todas estas cosas, para que un día, cuando formen su propia familia, sepan que una casa se lleva entre dos y que no es sólo obligación de una mujer limpiar, lavar los platos o planchar la ropa”, agregó.
La idea a simple vista parece maravillosa. ¿Estás de acuerdo con enseñar tareas domésticas en las escuelas a nuestros adolescentes?