Un hombre soltero es el orgulloso padre de 5 hermanitos adoptados: “no quería que vivieran separados”.
Thomas Lamont, de Buffalo, Nueva York, adoptó a los hermanos Zendaya, de 5 años, Jamel, de 4, Nakia, de 3, Major, de 2 y Michaela, de 1.
Este padre soltero tiene dos hijos naturales, pero siendo que ellos ya son adultos, él quiso hacer algo por esos niños que no tienen a nadie. Así, demostró que, para ser padre, no se necesita engendrar.
En el momento en el que la jueza le concede la adopción de estos cinco hermanitos, Thomas se desarma en lágrimas.
“Luché para contener las lágrimas. Cada vez que pienso en ese día, me emociono”, contó en un reportaje televisivo.
Thomas Lamont ya acogió a más de 30 niños desde el año 2000 y ahora, es padre de 10 niños adoptados más sus dos hijos biológicos.
“Al principio, sólo se trataba de ayudar a unos amigos que habían perdido a su hijo en manos del sistema; luego, seguí adelante y obtuve el certificado para convertirme en padre adoptivo. A partir de ese momento, nunca me detuve”.
Thomas se enorgullece de nunca haber rechazado a un niño como padre sustituto. Michael de 27 años, cuenta:
“fue mi tercer hogar de acogida y acabó siendo mi hogar para siempre. Thomas conocía a mis padres biológicos”.
Para ese entonces, Thomas creyó que había terminado su trabajo como padre sustituto, hasta que conoció la historia de los cinco hermanitos Zendaya, Jamel, Nakia, Major y Michaela. El saber de su existencia, lo hizo salir de su retiro.
La historia es muy triste y la cuenta el propio Thomas:
“los niños acabaron siendo tutelados, creo que por negligencia. Los tuvieron en cuatro casas distintas, en cuatro ciudades distintas. Estuvieron separados más de un año y medio”.
Él consideró una crueldad separara los hermanitos y decidió que los adoptaría todos juntos. Primero pasaron unas semanas a su cuidado y luego oficializó la adopción.
“Me aportan nueva energía porque son unos niños adorables y cariñosos. Merecen ser criados como hermanos y esa fue mi lucha”.
LaMónica, es hija biológica de Thomas y tiene 27 años: “es increíble que se haga cargo de todos ellos, pero no sé bien por qué siempre lo he visto hacer cualquier cosa por todos. Es realmente un gran hombre”.
Su hijo adoptivo Michael, dice que a su padre Dios lo llamó a hacer esto, cuidar de niños que no tienen a nadie.
“Ya todos somos mayores y no podía creer que haya vuelto a empezar. Thomas fue un salvavidas para mí yo y no sería la persona que soy si él no hubiera aparecido en mi vida.”
Los que creemos en Dios podemos asegurar que fue él quien puso a Thomas en el camino de todos estos niños para que los salvara.
“Quería marcar la diferencia siendo la diferencia y me encanta lo que hago”, dijo Thomas.
Necesitamos más enviados de Dios para que cumplan este rol de padre y madre en la vida de tantos niños desamparados que no tienen a nadie que los quiera.