VIDEO COMPLETO: Papi te presento a mi novio…
Ese preciso momento en que te das cuenta de que el novio de tu hija es un impresentable llega como un balde de agua fría mezclado con confusión: él entra, y su saludo más elegante es un “¿Qué onda?”, mientras su camiseta proclama “Soy el futuro de tu hija” con una confianza que desafía la lógica. Allí estás, con tu sonrisa forzada, preguntándote si es tarde para enviar a tu hija a un convento o si, quizás, deberías empezar a coleccionar catálogos de internados en el extranjero, mientras contemplas la ironía de la vida que, después de tanto esfuerzo en educar, lo que trae a casa es un manual ambulante de “qué no hacer en la vida”, protagonizado por su novio, el campeón de las malas primeras impresiones.