Luego de encontrar a su perro perdido, deciden adoptar al perro que no lo dejó solo.
Las historias de reencuentro, nos llegan al corazón; pero esta historia en particular, te va a emocionar hasta las lágrimas.
Cuando una de nuestras mascotas se pierde, sentimos un vacío en el alma. Nos entristece pensar que tal vez estén corriendo peligro, pasando hambre y frío y seguramente; también nos estén extrañando.
Corky es la mascota de la familia Montez. Cuando llegó, los Montez tenían dos niños pequeños y Corky rápidamente se integró a la rutina familiar.
Hasta que un día… Corky se perdió. Durante meses los buscaron por todas partes, pero el perrito no aparecía por ninguna parte. Varias semanas después, la familia se resignó y tuvieron que asumir la triste realidad de que su amada mascota nunca regresaría.
Pero a veces los milagros suceden y a los Montez les llegó el milagro casi 7 años después. Recibieron un llamado telefónico de Humane Society of North Texas, en el que les comunicaban que Corky había aparecido.
“Estábamos en estado de shock; no lo podíamos creer”, contó el padre de familia.
Podemos imaginar que la familia no perdió ni un minuto. Rápidamente se pusieron en marcha y fueron a buscar a Corky, pero… todavía los esperaba otra sorpresa.
“Buscamos a Corky durante unos seis meses antes de mudarnos, sabíamos que estaba con microchip y tenía un collar, así que estábamos a la espera de que un día volvería a casa. Estábamos muy emocionados”, dijo Kimberly Montez.
El Capitán.
Al parecer, durante todos esos años, Corky no estuvo solo. Encontró un amigo en las calles, con quien sintió una fuerte afinidad y se hicieron amigos. Ellos se volvieron inseparables.
La persona que los encontró, dijo que había tres perros. Uno de ellos no logró sobrevivir.
Corky y su amigo Capitán, se encontraban un poco débiles, pero nada que la buena comida y el cariño no pudieran solucionar.
“Nos derriten el corazón. En cuanto nos dijeron que los habían encontrado juntos y que estaban unidos por un laso inseparable, supimos que debíamos mantenerlos unidos. No quisimos separarlos.”
Gracias al microchip de Corky, cuando llegaron al refugio, pudieron identificarlo y ubicar a su familia.
“Es realmente un milagro que hayamos podido encontrarlo. Nos sentimos honrados y orgullosos de poder recibir también a Capitán y ofrecerle un lugar en dónde vivir. Sus pequeñas colas no dejan de moverse”, dijo Jimmy.
Amigos y aliados.
A veces, las circunstancias de la vida, nos unen a otra persona de una manera que luego ese vínculo jamás puede romperse.
Eso les debe haber pasado a Corky y a Capitán, porque ellos se acompañan todo el tiempo.
Probablemente los Montez jamás sepan cómo fue que Capitán perdió un ojo, pero ese hecho desafortunado, seguramente contribuyó a que estos perritos se volvieran amigos inseparables.
“Siempre que Capitán va, Corky está ahí con él. Creo que Corky le había estado ayudando en la calle porque le falta un ojo. Siempre le permite comer primero y siempre están juntos. Corky se ocupa de él”, dijo Jimmy.
Nos queda la tranquilidad de saber que estos dos perritos vivirán con una familia amorosa que los quiere y los cuida y que tuvieron la enorme generosidad de recibir también a Capitán para que él y Corky nunca tengan que separarse.
¡Qué hermosa historia de reencuentro!