No hace falta ser madre para desarrollar el instinto materno, ni hace falta que los hijos sean nuestros para darnos cuenta cuando un niño necesita ayuda.
El frío, el hambre y la soledad, pusieron a prueba el instinto materno de esta perrita tan generosa.

En Ontario, Canadá, el frío puede llegar a ser insoportable, pero ella no buscó refugio para sí misma, se quedó al lado de unos gatitos abandonados y los protegió dándoles su calor.
Así los encontró una persona que pasaba por el lugar. La perrita estaba acurrucada al lado de los gatitos, temblando de frío, pero dispuesta a protegerlos.
Ella sabía que el frío puede ser letal y más, si se trata de pequeños cachorros.
Este hombre de buen corazón, inmediatamente quiso ayudar. Subió a la perrita y a los gatitos a su auto y se dirigió al refugio Pet and Wildlife Rescue.

Ella en ningún momento quiso separarse de sus hijos adoptivos. Habían formado un vínculo de amor y protección.
“¡Es realmente conmovedor! Había sido una noche muy fría, por lo que estos gatitos habrían tenido dificultades para sobrevivir”, dijo un voluntario del refugio.
Los gatitos lograron sobrevivir, gracias a esta perrita amorosa. Necesitan alimentarse bien y un tratamiento para eliminar pulgas y parásitos.
Hasta el momento, nadie ha reclamado a la perrita o a los gatitos. Si pasados unos días, nadie lo hace, los darán en adopción.

Seguramente, alguien querrá adoptar a unos gatitos hermosos y a una perrita tan buena y sacrificada.
En el refugio ven casos similares a estos a diario, pero siguen desarrollando su labor lo mejor que pueden.
“Nuestro personal ve muchas situaciones difíciles a diario y las historias como esta hacen que cada dolor de cabeza valga la pena”, dijeron.
Una perrita buena, un hombre bueno y un grupo de voluntarios que ayudan en lo que pueden. Una cadena de favores perfecta, para salvar vidas animales.
Todo nuestro reconocimiento a ellos.